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Sketchs

Algunos sketchs traducidos por mí para que puedan leerlos y disfrutarlos.


Enseñar a los cuervos a volar

Dudley: (Entrevistador del tipo de programa de arte). Tenemos el agrado de tener en el estudio esta noche a una de las pocas personas en el mundo, sino la única en el mundo, que ha pasado la mayor parte de su vida bajo el agua tratando de enseñar a los cuervos a volar.
Peter: (Sir Arthur) Buenas noches.
Dudley: Buenas noches. Tenemos el agrado de darle la bienvenida, Sir Arthur Grieve-Streebling.
Peter: Ah… Strieve-Greebling.
Dudley: Oh, le ruego me disculpe…
Peter: Me está confundiendo con Sir Arthur Grieve-Streebling...
Dudley: Ah, sí… muchas gracias…
Peter: Strieve-Greebling es mi nombre, buenas noches.
Dudley: Sí… buenas noches.
Peter: Buenas noches… y no buen Greebling
Dudley: Greebling es, sí…
Peter: ¡Buenas noches… hola fans!
Dudley: Eh… mmh, cállese, Sir Arthur.
Peter: Buenas noches…
Dudley: Buenas noches… Sir Arthur, em, ah, ¿Puede decirnos qué lo llevó a seguir esta forma de vida?
Peter: Enseñar a los cuervos volar bajo el agua…
Dudley: Sí.
Peter: Bueno, fue siempre muy difícil de decir qué impulsa a alguien a hacer algo, qué lo lleva abajo del agua y enseñar a los cuervos a volar, pero creo que todo se remonta a una edad muy temprana, cuando era… eh… un tipo joven. Mi madre, Lady Beryl Strieve-Greebling, sabe, la maravillosa bailarina, 107 y todavía baila… Se me presentó en el conservatorio, donde estaba podando algunos nogales, y me dijo “Arthur”, no era Sir Arthur en esos días, “¡Si no te metes bajo el agua y empiezas a enseñar a los cuervos a volar, te romperé tu estúpida cara!” Y creo que ese fue un tipo de primer paso en mi interés en todo este asunto de llevarlos bajo el agua…
Dudley: Sí… eh… ¿Qué edad tenía en ese entonces?
Peter: Tenía 47. Había alcanzado el nivel “O” en Ciencia Forestal. Lo había superado y estaba buscando algo para hacer.
Dudley: Si, eh… ¿Cuando cofenzó su trabajo?
Peter: Eh, creo que puede decirse de mí que nunca, nunca he cofenzado mi trabajo. Eso es una cosa que nunca hice. Puedo poner la mano en mi corazón o en el corazón de cualquier otra persona, y decir que “nunca cofencé mi trabajo”. Nunca cofencé nada. Creo que lo que usted quiere saber es cuando COMENCÉ mi trabajo… leyó completamente mal la pregunta…
Dudley: Sí, cuánto lo siento. Me equivoqué… ¿Cuándo comenzó su trabajo?
Peter: ¿Cuándo lo comencé? Bueno, yo… yo lo empecé casi inmediatamente después que mi madre me lo aconsejó. Ella es una mujer poderosa, sabe, Lady Beryl. Ella puede romper el ala de un cisne con un soplo de su nariz… es una criatura increíble…
Dudley: Sir Arthur, ¿Es difícil lograr que los cuervos vuelen bajo el agua?
Peter: Bueno, creo que la palabra “difícil” es fea. Sí… lo es, eh, es prácticamente imposible. Pienso, eh, que el problema es, verá, Dios, en su infinita sabiduría y misericordia, diseñó estas criaturas para volar en el aire…
Dudley: Si…
Peter: … más que hacerlo a través de sustancias acuosas… por lo tanto, ellos experimentan una gran dificultad, como dice usted, dificultad, en batir sus pequeñas alas contra el agua. Esto es una experiencia desastrosa para ellos.
Dudley: Si, em, ¿Cómo hace para respirar?
Peter: Por la boca y por la nariz… el método usual, de hecho. Dios nos dio estos orificios para respirar y quién soy para condenarlo. Pienso que no se puede respirar a través de nada más. Si empiezas a respirar a través de las orejas no puedes oír lo que dices por el paso del viento… nariz y boca es lo que utilizo, y confío en que usted también.
Dudley: Si, bueno, estoy seguro de que sí, por supuesto…
Peter: Bien, bien…
Dudley: …pero, lo que estaba queriendo decir es cómo respira bajo el agua…
Peter: Oh, eso es completamente imposible. Nadie puede respirar bajo el agua, eso es lo que lo hace dificultoso. Tengo que mantenerme en movimiento en la superficie cada 30 segundos, haciendo imposible llevar a cabo un programa de entrenamiento ininterrumpido de cuervos. Y no son los mejores, no pueden ni siquiera aprender a sostenerse sus picos. Ellos se quedan sentados en mi muñeca. Digo “¡Vuelen, vuelen malditos!” y ellos inhalan agua, y…
Dudley: Supongo que se ahogan, ¿no?
Peter: … es el final, si, se ahogan… se caen de mi muñeca, pequeñas, negras, plumosas figuras se caen de mi muñeca, se mueven muy lentamente en espiral hacia abajo a su tumba acuática. Estamos llenos hasta las rodillas de plumas en esa parte de la costa.
Dudley: Sir Arthur, ¿Alguna vez logró hacer que un cuervo volara bajo el agua?
Peter: No. Eh… Nunca logré que ni uno volara bajo el agua. En absoluto, ni un solo éxito en todos mis 40 años de entrenamiento.
Dudley: Me parece un fracaso miserable, entonces, toda su vida, supongo.
Peter: Mi vida ha sido un fracaso miserable, si…
Dudley: ¿Qué edad tiene, si eso no es una pregunta personal?
Peter: ES una pregunta personal, pero tengo 83…
Dudley: 83…
Peter: 83, muy bien conservados a causa del agua, por supuesto, en la cara.
Dudley: Si, bueno, diría que su vida ha tenido un poco de caos, ¿no?
Peter: Es un poco tarde en la vida, verá, para convertirse en algo más. Muchas veces pensé en profundizarme en algo más, sabe…
Dudley: Si…
Peter: … algo más comercial, pero es muy difícil cuando vas a una firma y ellos dicen “¿Qué estuvo haciendo antes de esto?” y tú dices “Bueno, estuve 3 metros bajo el agua, tratando de conseguir infructuosamente que los cuervos volaran.”
Dudley: Hmm, si…
Peter: Ellos tienden a… mirarte con desdén.
Dudley: Oh, qué cosa miserable…
Peter: Una cosa miserable, por cierto.
Dudley: …Bien, muchas gracias, Sir Arthur, por contarnos sobre su historia desgraciada, em, muchas gracias por haber venido.
Peter: Gracias a usted y buenas noches.

Sucio tío Bertie

Padre - ¿Eres tú Roger?
Roger - Sí, padre.
P - Hay un poco de té para ti, si quieres un poco.
R - Es muy amable de su parte, pero vengo de las fiestas, creo que me daré una ducha antes
P - Sírveme un poco de té, ¿Sí?
R - Por supuesto, señor, sí.
P - ¿Cómo estuvo la escuela hoy?
R - Oh, como siempre, gracias por preguntar. Pero tuve que reprender a alguien que quería entrar por detrás del establecimiento, tuve que sacarle su entrada. ¡Qué deleznable costumbre, señor!
P - Es un hábito deleznable, Roger.
R - Aquí tiene, señor.
P - Gracias.
R - Si me disculpa...
P - Oh, Roger.
R - Sí, señor.
P - Siéntate. Roger, tu madre y yo tuvimos una charla el otro día. Y ella pensó que sería una buena idea que yo tenga una charla contigo.
R - Una charla, señor.
P - Una charla, sí, sólo una charla.
R - ¿Sobre qué es?
P - Bueno, no es nada de qué preocuparse, Roger. Es sólo que... Bueno, para serte franco, ¿Cuántos años tienes?
R - Bueno, para serle franco, señor, estoy a punto de cumplir 18 años, próximamente.
P - A punto de cumplir 18 años.
R - Próximamente...
P - Próximamente, en efecto. Bien, pensé que sería una buena idea tener una charla. Ahora, según lo que recuerdo de mi propia experiencia, cuando yo estaba a punto de cumplir 18, próximamente, Roger. Cuando empecé a tener un serio interés en el... en el... número opuesto. No sé si sabes, Roger, algo sobre el método por medio del cual tú has sido adquirido.
R - Por supuesto, algunos de los muchachos de la escuela dicen cosas muy groseras sobre eso, señor.
P - Eso es lo que pensé, Roger, es por eso que pensé que debía tener una pequeña charla, y explicar, con total franqueza y abiertamente, sobre el método por el cual tú, y todos en este mundo, han venido al mundo... Roger, para... para que tú hayas sido adquirido, fue necesario que tu madre y yo hiciéramos algo. En particular, fue necesario que tu madre, fue necesario que tu madre se sentara en una silla, se sentara en una silla que recientemente yo haya desocupado, y que todavía tuviera el calor de mi cuerpo. Y entonces, algo muy misterioso, sin duda maravilloso y hermoso pasó, y naturalmente, 4 años después, tú naciste. No hay nada insano en esto, Roger, no hay nada antinatural. Es algo hermoso que en las correctas manos, no hay necesidad de tenerle rencor a tu madre por esto, ella tuvo que hacerlo, lo hizo, y aquí estás.
R - Fue muy amable en decirme. Una cosa me está inquietando, ayer estuve sentado en esta misma silla, señor, y cuando la desocupé, el gato se sentó cuando todavía estaba tibia. ¿Debería destruirla?
P - Es una linda silla, Roger.
R – Quiero decir, el gato, señor.
P - Destruirlo, oh, no, Roger, no entiendes. Esto de lo que te hablo, puede suceder sólo entre personas casadas. Y tú no estás casado.
R - No todavía, en todo caso, señor.
P - No con el gato ni nada de eso. Ahora, Roger, que tienes este conocimiento sobre sillas y calor. Espero que lo uses sabiamente. Y no les hagas caso ni a tus amigos de la escuela ni al tío Bertie.
R – Lo llaman el sucio tío Bertie.
P- El sucio tío Bertie, y están en lo correcto, Roger. Tu tío Bertie es un hombre muy, muy sucio. Ha estado viviendo con nosotros hace 40 años. Y hubiese sido demasiado un día más, si no hubiera estado con tu madre, Roger, no sé dónde hubiera estado. Ella es la única persona que realmente puede arreglárselas con el tío Bertie, es la única que puede lidiar con él. No sé si te das cuenta, Roger, pero tu madre tiene que dormir en la misma cama que el tío Bertie para prevenir que haga diabluras a la noche. Si hubiera más gente como tu madre, Roger.
R - Estoy muy agradecido de que usted me diga esto porque, como dije, no puedo creer todas las cosas obscenas que los chicos de la escuela dicen, y ayer el tío Bertie me dijo...
P - No le hagas caso al tío Bertie, Roger. Es un hombre muy, muy enfermo. Deberíamos sentir pena por él.
R - Bueno, trataré, señor. Gracias, señor. Me pregunto si podría llevarle una taza de té a mamá...
P - Yo... yo no haría eso, Roger. Ella está arriba en este momento, lidiando con el tío Bertie.
R - Pobre tío Bertie.
P - Pobre tío Bertie.
 

Frustración Sexual… 

Dud & Pete, sentados en una mesa redonda, en un pub, tomando unos tragos.
Dud: ¿Cómo estás, Pete?
Pete: No tan mal, sabes, no tan mal… Salud.
Dud: ¿Cómo has estado últimamente?
Pete: Bueno, tranquilo, muy tranquilo, no muy agitado. Tuve un poco del problema usual el otro día.
Dud: Oh, ¿sí? ¿Qué pasó?
Pete: Un poco del problema usual, bien, vuelvo a casa como a las 11.30, estuvimos tomando unos tragos, ¿Recuerdas? Vuelvo a casa como a las 11.30 y, tú sabes, me sentía un poco cansado, así que, sabes, pensé que tenía que acostarme, sabes, me saqué la ropa, y eso, sabes.
Dud: ¿No te sacaste la ropa antes de ir a la cama?
Pete: Eh, no, me equivoqué esta vez, lo hice al revés, bien, me meto en la cama, relajado, estaba por seguir leyendo, sabes, “La Familia suiza Robinson”.
Dud: Bueno, ¿no?
Pete: Es un estupendo libro, Dud, un estupendo libro. Y estaba por llegar a la página 483, segundo párrafo, cuando de repente, ring, ring, ring, ring.
Dud: ¿Qué es eso?
Pete: Es el teléfono que hace ring, ring. Así que contesté la llamada y, ¿Sabes quién era?
Dud: ¿Quién?
Pete: La maldita Betty Grable. Haciendo una llamada transatlántica, la maldita Betty Grable. Dije “mira, Betty, ¿Qué crees que estás haciendo, llamando a las 11:30 de la noche?” Ella dijo “Son las 2:30 de la tarde aquí”. Dije “No me importa qué jodida hora es, no hay necesidad de despertarme”. Ella dijo “Peter, Peter, toma el avión, ven a bailar conmigo, sé mío esta noche”.
Dud: Pensé que era la media tarde.
Pete: Sí, lo que ella probablemente quiso decir fue “sé mío esta noche, mañana a la tarde de nuestro tiempo”.
Dud: No, ¿No habrá querido decir mañana a la tarde…?
Pete: De cualquier modo. “Sé mío esta noche” dijo ella. Y yo dije “mira, Betty, tuvimos nuestras risas, tuvimos nuestra diversión, pero todo terminó”. Dije “deja de acosarme, vuelve con Harry James y su trompeta, deja de acosarme” dije. Colgué el teléfono y dije “deja de acosarme”.
Dud: ¿No deberías haber dijo “deja de acosarme” antes de colgar el teléfono?
Pete: Sí, debí haberlo hecho, sí.
Dud: Es raro que hayas dicho eso, porque hace unas noches, recuerdas, tomamos unos tragos…
Pete: Sí, recuerdo eso, sí…
Dud: … Y volví a casa, sabes, estaba por ir a la cama cuando me sentí un poco cansado, llevaba un gorro de dormir…
Pete: Claro que sí…
Dud: … Y estaba por dormirme tranquilamente y todo eso cuando de repente escuché estos chillidos en la cocina.
Pete: ¿Chillidos?
Dud: Y gritos y golpes en la puerta, sabes, y pensé que pude haber dejado el gas abierto, así que fui a cerrarlo. Abrí la puerta, nunca adivinarías, la maldita Anna Magnani, hasta las rodillas llena de arroz, gritándome “¡Déjame entrare amore, por favore!”
Pete: Italiano.
Dud: Italiano, sí. Estaba cubierta de lodo, se agarró de mí, me tiró al piso; ella tenía una de esas blusas transparentes…
Pete: Todo húmedo, mostrando todo…
Dud: … Sí, rodamos por el piso, le pegué, le dije “¡Fuera de aquí, fuera de aquí cosa italiana!” dije. ¡Fuera de aquí!”, dije…
Pete: “Cosa italiana…” buena forma de llamarla.
Dud: Sí… dije “No vengas aquí a desordenar mi arroz de nuevo, amiga”.
Pete: Espero que no. Tuve el mismo problema hará unas tres noches atrás. Llegué como a las 11:30 de la noche, estuvimos tomando unos tragos, recuerdo, y llego, me meto a la cama, verás, sintiéndome cansado y somnoliento. Estaba por quedarme dormido cuando de repente “tap, tap, tap” en el vidrio de la ventana. Miré hacia fuera, ¿Sabes quién era?
Dud: ¿Quién?
Pete: ¡La maldita Greta Garbo! La maldita Greta Garb, en cueros, sólo con un camisón corto. Estaba colgada del alféizar de la ventana, y pude ver todos sus nudillos blancos… diciendo “Pieter, Pieter…” sabes cómo son estos suecos, dije “¡fuera de ahí!” maldita Greta Garbo. No quería irse, no quería irse. Tuve que tirarla con un palo de escoba, sacándola del alféizar de la ventana, se cayó sobre el pavimento con un gran estallido…
Dud: ¿Sólo tenía un camisón puesto?
Pete: Es todo lo que tenía puesto, Dud, sólo un…
Dud: ¿Transparente?
Pete: … Un camisón transparente. Nada más, excepto por sus anteojos negros, claro. Ese horrible asunto…
Dud: Bueno, es raro que hayas dicho eso…
Pete: Sí, es raro que haya dicho eso.
Dud: … hace cuatro noches. Llego a casa, estuvimos tomando unos tragos…
Pete: Unos tragos, sí…
Dud: …  Llego a casa, atravieso la puerta y snif - snif, snif, pensé, sabes, qué extraño olor, pensé huele como a madera quemada…
Pete: Probablemente madera quemándose, Dud.
Dud: ¿Qué es eso?
Pete: “Madera Quemándose” es un perfume que llevan las mujeres naturales y sensuales.
Dud: Es raro que hayas dicho eso porque fui al baño, sabes, pensé, “se siente más fuerte aquí”, sabes, qué raro. Entré al baño, qué ridículo este olor, sabes, me metí en la cama, sabes, di vuelta las frazadas, estaba más caliente en la cama, pensé “raro”, sabes, estando más caliente así, y, me meto en la cama, apagué la luz, y estaba por dormirme, cuando de repente siento una mano en mi mejilla.
Pete: ¿Qué mejilla era esa, Dud?... Vamos, ¿Qué mejilla era?
Dud: Era la izquierda. Dije, pensé, sabes, raro… Prendí las luces, la maldita mano aquí, uñas escarlatas…
Pete: ¿Quién era?
Dud: Nunca lo adivinarías… la maldita Jane Russell.
Pete: ¿Jane Russell?
Dud: Jane Russell, en la cama conmigo, desnuda, dije “Jane...”
Pete: Con sus grandes…
Dud: Con sus cosas… dije “Jane”, dije “fuera de aquí”…
Pete: Fuera…
Dud: “Fuera de aquí” dije, “serás mala, malhumorada y magnífica, pero en lo que me concierne, todo ha terminado”. Así que la eché, la saqué de la cama, la eché por las escaleras, arrojé su corpiño y sus… medias de gasa. Los arrojé y su bufanda verde de seda… Dije “¡Fuera de aquí! ¡Fuera de aquí, tú desvergonzada!”… y arrojé su cigarrillo, y le arrojé un balde de agua, dije “¡Fuera de aquí, desvergonzada!”, dije, “¡No vuelvas a mi cama de nuevo, amiga, es asqueroso!” Terrible… Estaba escandalizado.
Pete: Tienes toda la razón, tienes que hacer algo con esas mujeres que te acosan…
Dud: ¿Qué harás esta noche?
Pete: Bueno… pensaba que podríamos ir al cine.